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Presentación de «Emilia Pardo Bazán. Unha nena seducida polos libros»

En esta biografía dirigida al público infantil, la escritora y ensayista María Xosé Queizán revisa algunos de los tópicos construidos alrededor de la figura de Emilia Pardo Bazán.

Manuel Bragado, Xosé Fernández Ferreiro, Xulia Santiso y María Xosé Queizán

A la presentación de la obra asistieron, además de la propia autora, el académico Xosé Fernández Ferreiro; el editor Manuel Bragado y la directora de la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán, Xulia Santiso.

"La cultura gallega de los últimos cincuenta años sería otra sin María Xosé Queizán", de este modo resumió el director de Xerais, Manuel Bragado, la importancia de la autora viguesa en nuestras Letras, y añadió: "Obras como A orella no buraco, de 1965, marcaron un hito en nuestra literatura, y lo mismo puede decirse de publicaciones como Festa da palabra silenciada, que celebra en estas fechas su treinta aniversario, y que constituyó un verdadero motor cultural en la conformación de un pensamiento colectivo a favor de la igualdad entre los géneros”.

María Xosé Queizán

En palabras de María Xosé Queizán, "Emilia Pardo Bazán reflejó con naturalismo los aspectos más sórdidos de la sociedad de su tiempo". Una visión descarnada de la realidad que incluía el retrato de aspectos a menudo olvidados o silenciados, como la vida cotidiana de la mujer trabajadora en la industria -La Tribuna-, la violencia machista o la decadencia de la hidalguía rural gallega reflejada en las páginas de Los Pazos de Ulloa.

Pardo Bazán fue también, según manifestó María Xosé Queizán, una pionera en lo que se refiere a la vindicación de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer: "Para Doña Emilia, la educación que se les impartía a las mujeres en su tiempo no era tal educación, sino doma, pues lo que les enseñaban era a ser sumisas y obedientes con sus maridos". Una reclamación, compartida con Concepción Arenal, que incluía además la apertura a las mujeres de las aulas de la universidad que en aquella época les estaban vedadas.

Para María Xosé Queizán, en definitiva, estos aspectos convierten a Doña Emilia en una autora feminista, comprometida en la extensión del legado igualitario recibido de la Ilustración, insumisa ante ciertos mandatos recibidos de la Iglesia y situada ideológicamente en la izquierda: "Pardo Bazán se puso al lado de las clases sometidas y no omitió nunca la crítica a los que tienen el poder".