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Marilar Aleixandre aborda la situación de las mujeres en el mundo académico en el ciclo de charlas de la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán

El segundo encuentro del ciclo As mulleres, cen anos despois de Emilia Pardo Bazán: Conversas na Casa-Museo abordó la evolución de la situación de las mujeres en el mundo académico desde los tiempos de la escritora hasta la actualidad de la mano de Marilar Aleixandre, en una charla con la periodista Cristina Lombao. La académica advierte que “malia os grandes cambios sociais en materia de igualdade, hoxe segue a ser necesario lembrar, como dicía Emilia Pardo Bazán, que as mulleres teñen o mesmo dereito cós homes a sinalar con rastro de luz o seu paso polo mundo”. La escritora y catedrática ad honorem de la Universidad de Santiago de Compostela fue este jueves la segunda invitada del programa organizado por el Ayuntamiento de A Coruña y la Real Academia Galega a través de la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán, una serie de charlas con mujeres referentes en distintos ámbitos que se extenderá, con un encuentro mensual, hasta diciembre de 2021. La charla entre Marilar Aleixandre y Cristina Lombao puede verse en el canal de Youtube de Cultura de A Coruña, desde donde se emiten en directo todos los encuentros. El 6 de mayo estará protagonizado por la música Susana Seivane, que conversará con el periodista Manuel Rodríguez.

Reivindicar que las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres a señalar con rastro de luz su paso por el mundo sigue siendo necesario porque, cien años después de la muerte de la escritora coruñesa, la ambición de los hombres de llegar a lo más alto en el ámbito profesional continúa considerándose una virtud, mientras que en las mujeres se interpreta como una manifestación de vanidad, apunta Marilar Aleixandre, que llama la atención sobre la realidad de las mujeres en el momento histórico que le tocó vivir a Emilia Pardo Bazán para entender mejor la relevancia y el carácter pionero de sus aportaciones feministas.

Las propuestas de Emilia Pardo Bazán a favor de una enseñanza igualitaria presentadas en 1892 en el Congreso Pedagógico fueron derrotadas. Unos años después, en el curso 1900-1901 solo había 9 mujeres universitarias en toda España y 44 estudiantes de secundaria. No fue hasta 1910, el año en que Pardo Bazán fue nombrada consejera de Instrucción Pública, cuando las mujeres pudieron estudiar el bachillerato y una carrera universitaria sin tener que pedir un permiso especial, una normalización legal que no vino acompañada de la igualdad real.

“Hai que ter en conta que daquela o ensino secundario comezaba aos 10 anos, de modo que ata 1910 as mulleres quedaban excluídas a esa idade do sistema educativo. Os informes dos inspectores de ensino da época, estudados por Narciso de Gabriel, dan conta ademais de que había pais que lles pedían aos mestres que non ensinasen ás súas fillas a ler e, sobre todo, a escribir, porque manexar a escrita dá autonomía”, expone la académica. “Todos os avances das mulleres no acceso á educación viñeron marcados pola resistencia social, moitas veces por parte tamén dos compañeiros varóns, como sucedeu no ámbito universitario”, añade.

Emilia Pardo Bazán sufrió personalmente la discriminación en el ámbito académico. Cuando en 1916 se convirtió en la primera catedrática universitaria de España, solo tres alumnos se matricularon con ella, y también vio como su candidatura a la Real Academia Española era rechazada en favor de un político sin relevancia literaria. Además de las demandas personales, la autora prometió seguir luchando hasta la “última gota de tinta” para lograr la entrada de las mujeres en la RAE, recuerda Marilar Aleixandre, coautora de Movendo os marcos do patriarcado. O pensamento feminista de Emilia Pardo Bazán (Galaxia, 2021).

En la actualidad, reflexiona Marilar Aleixandre, “as estruturas ideolóxicas e de poder seguen a dificultar o camiño das mulleres para acadar os postos de maior nivel no ámbito académico”. En la universidad gallega, con más de cinco siglos de historia, nunca ha habido una rectora, las mujeres siguen siendo minoría en las cátedras y en las academias de todo el mundo su presencia también está muy por debajo del papel que desempeñan hoy en el mundo intelectual, pone como ejemplo.

En el caso de la Real Academia Galega, institución de la que Emilia Pardo Bazán fue presidenta de honor desde su fundación, el acceso de las mujeres al pleno también ha sido tardío. Francisca Herrera Garrido fue en 1945 la primera mujer elegida académica de número y la segunda, Olga Gallego, ingresó en la RAG cuatro décadas después. A pesar de la trayectoria histórica y el camino que queda por andar, la situación es en estos momentos más positiva que en otras instituciones semejantes, tras ser cubiertas en la última década seis sillas vacantes seguidas por mujeres, apunta Marilar Aleixandre. En este momento, tras el fallecimiento de Xohana Torres y Luz Pozo Garza, forman parte del pleno seis mujeres y han sido nombradas académicas electas otras dos, de modo que 8 sillas de un total de 30, algo más del 25%, son ocupadas por mujeres. 

Marilar Aleixandre llama también la atención sobre el bajo número de mujeres homenajeadas en el Día das Letras Galegas. Xela Arias, la protagonista de este año, es la quinta en una celebración inaugurada en 1963 con Rosalía de Castro. “E aínda así seguimos a escoitar cousas que nunca se din cando o elixido é un home. Cando se lle dedica o 17 de maio a unha muller, sempre hai quen o atribúe a cuestións extraliterarias!”, lamenta Marilar Aleixandre.