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Susana Seivane reivindica el legado de las precursoras de la gaita

Susana Seivane comenzó a tocar la gaita cuando solo tenía 3 años. Hoy aparece en los libros de texto como una pionera de este instrumento, pero antes que ella hubo otras mujeres gaiteras que también subieron a los escenarios. La artista recuperó hoy su memoria en la charla del mes de mayo del ciclo As mulleres, cen anos despois de Emilia Pardo Bazán: Conversas na Casa-Museo, organizado por el Ayuntamiento de A Coruña en colaboración con la Real Academia Galega, a través de la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán, con motivo del centenario de la muerte de la escritora. La música también conversó con el periodista Manuel Rodríguez sobre la situación actual de las mujeres en el mundo de la música, antes de despedirse interpretando un par de piezas acompañada por su hermana, la lutier Saínza Seivane, en la pandereta, su hijo Fiz en el bombo y su ahijado Brais en el tambor, con los que formó la “banda do balcón” durante el confinamiento.

Susana Seivane cerró la charla con una actuación musical acompañada por su hermana, Saínza Seivane, su hijo Fiz y Brais, su ahijado, con los que compone "a banda do balcón"

Nacida en el seno de una familia de artesanos e intérpretes musicales, Susana Seivane siempre ha dicho que vino al mundo con una gaita debajo del brazo, que no recuerda cuando comenzó a tocarla. Desde que en 1999 publicó su primer trabajo, lleva editados ya más de media docena y ofreció cientos de conciertos por todo el mundo. Implicada en proyectos destinados a visibilizar el papel de la mujer en la sociedad, el año pasado agasajó al público con el álbum Dende o meu balcón, una recopilación de las canciones que hizo sonar durante el confinamiento desde su casa de Cambre junto con sus hijos, su hermana y sobrino, y que fue todo un grito de ánimo para la ciudadanía durante la pandemia.

“Mulleres que tocasen a gaita sempre as houbo, pero os prexuízos sociais, o machismo, impedía que o fixeran en público e sobre os escenarios. A palabra gaiteira ata tiña un significado negativo: no dicionario de Juan Cuviero Piñol, de 1876, atribúeselle o significado de muller alegre e casquivana”, cuenta Susana Seivane. El primer gran grupo gallego formado solo por gaiteras se constituyó en Ribadeo en 1960 bajo el nombre As Meniñas da Saudade. “O meu avó falaba delas con admiración”, cuenta la intérprete, que tuvo el honor de conocer a parte de las integrantes de la banda. Pero antes que ellas debemos recordar otro nombre que merece estar en los libros de historia de la música: el de Áurea Rodríguez (Cartelle, Ourense, 1897 - ?), reivindica.

“Áurea Rodríguez foi unha auténtica pioneira. É a primeira muller da que se ten constancia en Galicia que actuase publicamente como gaiteira e ademais era quen lideraba a banda que formou cos seus irmáns, Os Marabillas. Era a directora artística e a representante. O grupo chegou a actuar na Arxentina e na prensa cualificárona como a reina de la gaita gallega. A última actuación de Áurea da que se ten noticia foi no ano 1945 en Venezuela, despois perdéuselle a pista. Malia a súa relevancia, Áurea Rodríguez non sae nos libros escolares de historia da música. Aparezo eu como exemplo de gaiteira e os nenos e nenas non saben que eu tiven unha digna precursora!”, lamenta.

Áurea Rodríguez con su banda, el cuarteto Os Marabillas. Fuente: Vida Gallega (1927)

Las mujeres, transmisoras de la música

Susana Seivane reivindica también el papel invisibilizado de las mujeres en la tradición musical gallega. “É moi importante recoñecer a importancia da transmisión oral por parte das mulleres. Miña bisavoa Estrela, que cantaba moi ben, ensinoulle ao meu avó desta maneira moito do repertorio que logo el interpretou como gaiteiro”, ilustra.

La artista creció en otro momento histórico con menos obstáculos, pero todavía queda mucho por hacer para lograr la igualdad, señala. “Cando decidín dedicarme ao mundo da música profesionalmente, atopei moi boa receptividade, pero segue habendo moitas cousas polas que as mulleres debemos loitar no ámbito laboral, social e persoal. Noteino sobre todo cando fun nai. Socialmente, segue sen agardarse o mesmo dunha nai ca dun pai. E no terreo profesional, para as mulleres que nos dedicamos ao mundo do espectáculo é tremendamente difícil conciliar: Viaxamos moito e actuamos tarde”, resume.

Hoy ya no es extraño ver niñas tocando la gaita, pequeñas que encuentran en artistas como Susana Seivane todo un ejemplo. “Cando eu era pequena, non tiña referentes femininos. Había mulleres que tocaban a gaita pero eran anónimas, non actuaban sobre os escenarios. Que hoxe as nenas me vexan a min como un referente é unha gran responsabilidade, pero tamén un orgullo tremendo”, confiesa.

Por el ciclo As mulleres, cen anos despois de Emilia Pardo Bazán: Conversas na Casa-Museo pasarán entre marzo y diciembre ocho mujeres de reconocido prestigio que reflexionarán sobre lo conseguido en el campo de la igualdad de género y sobre lo que queda por recorrer un siglo después de la muerte de la escritora coruñesa. La siguiente sesión, el 3 de junio, estará protagonizada por la escritora, periodista y vicevaledora do Pobo, María Xosé Porteiro.